martes, 9 de julio de 2019

Narcisus

                                                                                                          “Aseguro la exactitud
De los relojes destruidos”
Raúl Garduño

Ella no estaba obligada a amarlo,
su castigo fue cruel;
La mujer condenada a ser reflejo
partida en dos,
incapaz de dejar de verse
incluso cuando no se mira.
Ser mirada,
estar hecha para ser vista,
y ser carne,
en-carnarse para ser mirada,
para ser vista.

Debe haber
debe haber otra forma
como ya lo dijo Chayo
una que no sea hundirse,
una que no se llame caer,
una  que no sea meterse al mar
ni tirarse al río,
una que no implique
llenarse de piedras los bolsillos.

Porque a nuestro paso siempre crecerán flores,
porque espero que broten menos flores de muerte y
más de renacimiento;
porque las flores ya no broten de nuestra sangre,
porque las flores ya no nazcan de bocas yertas,
porque las flores ya no sean fruto de historias fatuas,
de pieles muertas.

Somos narciso,
y no importa,
no importa que lo llamen hibris,
aunque griten: desmesura,
hoy el espejo ya rezuma,
es calor, sudor y amor propio.
Ver mi reflejo o el tuyo,
hoy puede ya no ser castigo,
puede que ya no signifique caer,
tener que hundirse.
Verme reflejada,
verte a ti,
puede implicar
sólo efluvios 
sobre sábanas blancas.


  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por comentar y compartir!

El gato

La Coordinación de Juventudes Laicas tuvo a bien presentar un programa de citas ante la creciente dificultad de sociabilidad humana y ...