jueves, 6 de enero de 2022

Algunas noches mi abuela es una niña

Texto para la Ausencia del durazno

Tema: abuela.

Octubre 2021

 

Algunas noches mi abuela es una niña

que me ayuda a alzar un cáliz,

el cáliz  es mi vientre

y lo que resguarda.

 

Anoche soñé que lamía un pescado

era también un pubis desnudo,

sin obertura,

un sexo neutro que lamí.

Mi abuela cuida mi sexo transfigurado,

pues ella me ha dado de beber de esa copa.

 

Mi abuela teje crines, sueños,

 teje cotorros, y gatos, y plantas.

Mi abuela es su energía geminiana,

su mercurio diciendo –hola-

a las 7 de la mañana,

diciendo –amor- a las 12 de la noche,

 y a las 5, y a las 8.

Mi abuela cada tanto, me visita en las madrugadas

y tiene tanto de hada como de bruja.

Mi abuela me acaricia

desde la suavidad de mi copa menstrual,

porque ella es mi sangre.

Uso mi sangre para alimentar las flores,

Uso mi sangre para pintar,

y así de mi cuerpo

nacen lobas, emperatrices, siervas, mariposas…

Uso mi sangre.

Riego el deseo cada vez que toco mi sangre,

cada vez que mi abuela

me visita también desde esta sangre.

Bendigo mi útero,

bendigo mi sangre.

Honro cada huella de mi sangre

y te honro a ti,

matriz, raíz, inicio, fin.

 

 


 

 

 

La cama destendida

las mentiras revueltas

las heridas,

el tejido de la memoria,

distendido también.

El corazón abierto como una vulva

abierto, como una boca al beso,

el corazón abierto como una boca al rezo

el corazón, como una flor bajo la lluvia

bajo tu pistilo de luz.

Mis ganas sagradas, mis ansias, tú,

 con ti go, 

 sin ti

pero conmigo,

Pero conmigo. 

 


miércoles, 5 de enero de 2022

Clac clac no es el sonido de la ola

Porque una vez fui el sonido de tu playa

hablo de la playa en que se encuentran

todos los hombres que alguna vez amé.

Ahí está mi abuelo en primer plano,

también está  mi padre,

ahí yace toda su ternura.

 

Más allá están ellos,

hombres para los que alguna vez fui

 el sonido de sus olas

Clac clac

Y más abajo 

el push and push,

y yo reptando,

empujando hacia la arena

des li zán do me

y los colores del cielo difuminados por un pincel muy suave

amarillo, dorado, violeta y rosa,

rayos emanando del corazón.

 

Clac clac

no es el el sonido de la ola

no es el pum pum del corazón

es el goteo profundo que mana de mí,

de las profundidades de esta cueva.

 

Recuerdo que una vez te mojé tanto

que parecía que te parí,

pude haberte parido aquella noche,

antes de bajar por ti a las profundidades.

Ha pasado suficiente tiempo y apenas  puedo mencionarlo

apenas puedo recordar las caras rojas

Y yo arrastrándote

Subiendo

por  ese ambiente que no era liquido

como sí lo habían sido mis muslos,

como lo había sido mi placer y el tuyo, 

entrelazados,

mi hambre y tus ganas de alimentarme

mi sed...

 

Una vez fui tu gotita sagrada

Clac clac

no es el sonido de la ola

Es el sonido de mi corazón goteante

vaciándose,

rebosante. 

 


 

 

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