Mayo 2020
Cuando era niña no sabía rezar
Ahora lo hago cada día
Creo que Shiva aun está dormido,
Y nuestras oraciones
lo arrullan,
hacen que el sueño todavía no termine.
Rezo cada día, y danzo,
Agradezco, ofrezco, y pido.
Mi verdadero padre fue un árbol de durazno.
Ven. Los duraznos aquí todavía florecen.
Ven. Huele a rosas blancas y a mezcal.
Aquí adentro todavía, a veces duele,
pero rondan pájaros azules.
Ven, si la tormenta nuclear todavía no termina
aquí dentro nadie puede tocarnos.
Necesitamos contacto humano.
Necesitamos ver las mariposas
¿recuerdas las nubes de cristal?
Ven. Los rosales todavía florecen.
Ahí afuera hay sólo mascarillas de gas, tanques,
tanquetas de oxigeno
ahí la paranoia se vuelve líquida , gotea,
se cuela por debajo de la puerta.
Ven. Quiero cantarte una canción de cuna.
Ven. Aquí dentro todavía llueve,
la citronella todavía crece
Ven. Necesito un amor post Covid SRAS-COV-2
Ven. La palabra positivo nunca fue tan peligrosa.
Ven. Habrá peras y licor de frutas,
abriremos las ventanas y los roperos se vaciaran
Ven. Alargaremos las estatuas,
seremos huesos de aguacate y nubes de metal.
Ven. Abriremos las ventanas y podremos respirar,
una respiración, aguda, jadeante
Pro fi lác
ti ca.
Ven. Nos quedaremos quietos
En un abrazo hasta que los huesos truenen.
El miedo va a esconderse detrás de aquella puerta.
Necesito solo un rato
Necesito solo una hora.
Ven. Estira la mano,
Un día podrás hacerlo sin látex, sin triple tela en el cubrebocas.
Ven. Aquí adentro oscurece pero todavía no es tarde.
Tal vez sea yo quien florezca y vaya a ti
perfume en un día sin lluvia,
sin los huesos rotos
sin cifras, sin pandemia.
Sin dolor.
Ven. Prepararemos café
Y tal vez hagamos el amor
y no tendremos miedo de
tomarnos de la mano,
ni de de cerrar los ojos.
(interior de una geoda)