sábado, 8 de mayo de 2021

Carta a uno de mis amantes

Poema-visaje, con tirada de tarot incluida.

 

¿Has tocado una naranja con los ojos cerrados,

tú, que has acariciado mis pétalos con la lengua abierta?

¿Recuerdas mi perfume y mi sal?

por tus dientes de mazorca,

serpenteo.

Tú eres presencia

y como presencia vienes a mí,

te respondo.

Soy ahí, torrente y fuego,

sabes que cuando mis caderas se abren

puedo parir obsidianas y dragones,

sabes que mis dedos en tu espalda se dislocan,

sabes que soy así, que soy líquida y exploto,

sabes que alguna vez te acaricié con cada una de las capas de mi dermis,

y que aún te bendigo con cada uno de mis poros.

Sabes que nunca tengo miedo de besar,

que no exijo nada de lo que yo no pueda dar.

Sabes que soy marisma,

molusco,

y mar.

 

Sabes que por la noche me destrenzo,

mi cabello me mantiene fuerte, sujeta al mundo

porque yo, tengo pelo de potra.

Tú sabes de mi fuerza,

de mi extensión,

tú que escalaste esa torre,

sabes que a veces corro así, desbocada, desnuda,

 a veces corro y a veces, me corro…

y entonces tengo la lengua rígida y afilada como marfil.

Sabes que tengo texturas y olores múltiples

soy nenúfar, almendra, noche buena, branquia, escalpelo,

aleta de delfín, ala de víbora,

soy grieta,

así de estrecha, así de amplia, así de profunda,

así de limpia, así de sal, así de sangre,

a veces impoluta

a veces, desgarradura.

Soy sagrada, te bendigo, y me bendigo a mí.

 

Te agradezco por mostrarme lo más oscuro esa noche

ahora sé que soy carbón y también brasa.

Soy la emperatriz, hoy poco tengo de la papisa

porque yo vengo de la fertilidad y de la vida.

Sabes que honro mi sangre y que la cuido

la honro como saboreo todo en ti, que es semilla.

Sabes que no tengo miedo de la torre, la luna, o el colgado

porque pido mucho a la justicia

porque poseo el león y la fuerza, el empuje del carro,

aunque también algo de ermitaña y maga.

Sabes que aguardo al otoño,

que barro la hojarasca,

agradeciendo con fuerza al arcano número XIII.

Sabes que soy poesía, y soy llanto,

noche estrellada,

sabes que tomo la templanza

y que hoy una vez más te agradezco, te honro, y te dejo libre.

Somos libres como el agua que somos

Hoy te suelto para que florezcas,

venimos del mismo mar,

somos parte del mismo río,

y tal vez como espuma volvamos a encontrarnos.

Gracias por permitirme esta noche ser agua y pájaro.

Lo sabes golondrina,

lo sabes corazón, lo sabes tú, y tus ojitos de brasa,

lo sabes humito de sahumerio

lo sabes porque conoces la intensidad de mi llanto y mi esperanza.

Sabes del gato que duerme y ronronea dentro de mi pecho

sabes de mi olor a carne macerada en madera, ron y vainilla,

sabes de mi humedad,

conoces la intensidad de mis palpitaciones

conoces mi forma de desear,

mi verdadero origen,

mi capacidad de albergarte un segundo en mi infinito.

Hoy solo somos un suspiro,

una partícula en la ventisca,

el viento nos barre con fuerza,

somos el arcano sin número, locos,

rodamos lento, y seguro,

somos una rosa del desierto.

Gracias por haber llegado a mi fuente, por haberla despertado.

Al menos el agua es clara.

Siempre nos quedara la purificación.

¡Vámonos al mundo!


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por comentar y compartir!

El gato

La Coordinación de Juventudes Laicas tuvo a bien presentar un programa de citas ante la creciente dificultad de sociabilidad humana y ...