Te olvidas al viento
te secas al sol,
tu voz se dispersa en la lejanía
y respiras ésta ausencia de muerte.
Mujer azul:
enciendes de sangre mi rostro,
salpicas mi mente
que cae,
desparramada al carnaval de máscaras.
Te desprendes, me sueltas,
en la oscuridad, perdida ríes,
bajo tu disfraz de luna,
de conchas
escarlatas.
En el mar lloras por los secretos perdidos.
Ni a sol ni a sombra, huyes,
sin Dios ni son,
mueres en el renacer de la carne,
mueres en la tristeza de mi rostro,
en este rostro hinchado y en estas piernas flojas,
y a veces te levantas
y sonríes
a la nueva muerte.
(2003)

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