lunes, 1 de noviembre de 2010

La penumbra a la orilla de Dios



El rey sol estaba ahí, representado con todos sus pliegues, su rostro amarillo, desnudo, desdeñoso, sus zapatos verdes. Mixtli irrumpió en el recinto, blandió la espada, asestó el golpe. La estatua dorada estalló en mil pedazos. Cerró los ojos, sonrió. El castigo que los libros proclamaban: La penumbra, se había quedado ciego.



orquidea psicopata

Fotografía tomada de "El topo" (Jodorowsky)

2 comentarios:

¡Gracias por comentar y compartir!

El gato

La Coordinación de Juventudes Laicas tuvo a bien presentar un programa de citas ante la creciente dificultad de sociabilidad humana y ...